Lo más importante, es mantener el orden de estos pasos, ya que sino irás ensuciando lo que ya limpiaste:
Una vez que ya quitaste todo lo “extra” que hay en el auto, aspira su interior. Puedes usar la aspiradora de tu casa, da perfectos resultados.
Limpia los tapices: usa productos especiales para esto para no estropearlos.
Limpia las ventanas por dentro: pensamos que al interior no se ensucian, pero una vez que lo hagas notarás la diferencia.
Continúa por las partes “sólidas”: guantera, salpicadero, puertas, etc. Es ideal que puedas usar un producto repelente de polvo, así no se acumula tan fácil y termina el proceso con silicona.
Termina limpiando gomas o alfombras fuera del auto. Por lo general solo un aspirado no va a bastar, por lo que debes lavarlas (si son gomas) o golpearlas como cuando se limpiaban antiguamente las alfombras.
Con estos pasos, verás cómo tu auto queda ¡como nuevo!